En los últimos años y gracias en
los avances a las técnicas de reproducción asistida muchas familias hemos
podido hacer realidad nuestro sueño: tener un hijo, o dos...
Recuerdo el día que fui a hacerme la prueba
de embarazo y el médico que me atendía
me dijo que tenía que darme dos noticias: una muy buena y otra, no tan buena...
La buena era que estaba embarazada y la “también buena” era que con toda
seguridad se trataba de un embarazo gemelar.
En la historia de la humanidad
siempre ha habido embarazos múltiples aunque en los últimos años su número se
ha incrementado notablemente como consecuencia de la evolución de las técnicas
de reproducción asistida. Esta
situación, al igual que otras que surgen
en nuestra sociedad, termina repercutiendo en la vida de la escuela, que ha
visto como cada vez acudían a las aulas
un mayor número de hermanas y hermanos gemelares.
Desde algunas instituciones educativas, que tienden a anclarse en los
modos de hacer de siempre, este hecho es vivido como un problema, y por
consiguiente a adoptar como respuesta a esta situación la separación de los hermanos gemelares desde el inicio de
la escolarización.
Juntos... |
Separados |
Ahora bien, yo me pregunto como
madre y como docente, esta resolución está suficientemente fundamentada, qué
estudios la respaldan, a qué criterios
responde... Todo ello sin olvidar, que el objetivo último ha de ser una mejor
educación para ellas y ellos, hermanas y hermanos gemelares. En ocasiones estas razones
responden a políticas inflexibles sobre inscripción escolar, que en su mayoría
no están respaldadas por criterios pedagógicos y que se deben a criterios
puramente organizativos. Otro de los argumentos tiene que ver con algunas
creencias extendidas entre el profesorado que no tienen un sustento científico
ni pedagógico: “la única manera de fomentar
la autonomía de los niños es separándolos”.

En muchos casos el falso criterio
empleado es la heterogeneidad, clases heterogéneas con niños, niñas, un gemelo,
un niño con necesidades educativas, una inmigrante... Si las miramos desde
fuera lo que en realidad se pretende es que entre sí, todas las clases sean homogéneas, con el
mismo numero de niñas, con el mismo número de inmigrantes.... metidos todos en
el mismo saco, nos hace tener una visión de la diversidad como problema, cuando
un problema se reparte es menos problemas. Una verdadera clase que reproduzca las situaciones que nos
vamos a encontrar en la vida, es una
clase en el que estén todos juntos es, una clase con inmigrantes, con gemelos,
con niñas y niños con diferentes necesidades, especiales o no...

Es cierto que los gemelos tienen
características distintas condicionadas por ser dos, pero cómo influye esto en
su desarrollo es una tarea compleja. Quizás antes de separar debiéramos pararnos
a reflexionar cuales son las verdaderas razones que respaldan este tipo de
decisiones, y siempre, contemplar cada caso en particular, dentro de un marco
de diálogo con las familias que buscan al igual que nosotros optimizar las
situaciones de aprendizaje de sus hijos e hijas. Hay muy pocas investigaciones y muchas falsas
creencias...Si los hermanos criados juntos son dependientes: qué factores
determinarían esa dependencia: ¿cómo fomentamos la autonomía? Cualquier
respuesta coherente ha de pasar por
evaluar las necesidades individuales de cada alumna y alumno independientemente
de su condición, sexo y número de hermanos de la misma edad.